Teka GZC 64300 XB 4 zonas 60 cm Gas Butano Autoignición 60 cm Negro

La superficie de cristal (vidrio cerámico) es más frágil que el acero puro, susceptible a grietas por golpes o cambios bruscos de temperatura.

El bisel frontal puede acumular suciedad o grasa en los bordes, dificultando la limpieza.

Las huellas dactilares, manchas de agua o marcas de grasa quedan muy visibles en el cristal negro.

Los controles frontales (perillas) pueden ensuciarse fácilmente con salpicaduras, lo que reduce su vida útil o funcionalidad.

Si la calidad de fabricación no es excelente, los mecanismos de las perillas pueden aflojarse o volverse imprecisos.

En cocinas con corrientes de aire, la llama puede apagarse o fluctuar al estar al nivel del frente.

El sistema de autoignición puede fallar con el paso del tiempo o con acumulación de grasa/suciedad.

En zonas donde el suministro de gas no es estable, puede haber variaciones de presión que afecten el rendimiento de los quemadores.

Las juntas de sellado entre cristal y estructura pueden deteriorarse con el tiempo y permitir filtraciones de líquidos.

Si se derrama agua o líquidos abundantes, pueden penetrar bajo el cristal o en el mecanismo interno, provocando fallos.

Las rejillas de hierro fundido son pesadas y su manipulación puede rayar el cristal si se arrastran inadecuadamente.

La superficie puede calentarse bastante alrededor de los quemadores debido a la conducción del calor a través del cristal.

No hay indicador claro (externo) de “calor residual” en el cristal, lo que aumenta el riesgo de quemaduras al tocar zonas calientes.

Si no se hace limpieza con productos adecuados, el cristal puede deteriorarse (microarañazos, opacidades).

La conversión entre gas butano y gas natural puede requerir intervención técnica, y errores podrían afectar seguridad o rendimiento.

El sistema de seguridad (termopares) puede activarse erróneamente y cortar gas durante usos prolongados.

El consumo total (potencia máxima de gas) puede ser alto, especialmente si usas varias zonas al máximo simultáneamente.

En uso intensivo, las uniones eléctricas/eléctricas (para autoignición) pueden desgastarse o tener fallos.

El cable de alimentación (100 cm) puede resultar corto para algunas instalaciones, obligando a extensiones o modificaciones.

La instalación requiere un hueco específico (570 × 480 mm) que puede no coincidir con tu encimera, implicando corte o adaptación costosa.

Su profundidad de 510 mm puede hacer que sobresalga si el frente del mueble no da margen.

El peso (≈ 11,14 kg) exige que la encimera y soporte sean robustos; instalaciones débiles pueden deformarse o romperse.

En cocinas pequeñas, la disipación de calor puede elevar la temperatura ambiente considerablemente.

No es tan eficiente como una placa de inducción: mucho calor se pierde al ambiente.

Si usas recipientes de diámetros no apropiados respecto a los quemadores, la eficiencia caerá notablemente.

La llama puede no distribuirse uniformemente si el fondo del recipiente no es perfectamente plano.

Las perillas frontales pueden ser susceptibles a impactos accidentales (por ejemplo al mover ollas grandes).

Si alguna perilla o control falla, puede inutilizar parte de la placa.

Las zonas rápidas (2,80 kW) pueden generar salpicaduras de aceite o líquidos hacia los lados si la olla es ancha.

La limpieza entre las rejillas o entre zonas puede ser incómoda por los espacios estrechos.

El costo de recambios (cristal, quemadores SABAF, perillas, juntas) puede ser elevado.

No tiene funciones inteligentes ni conectividad (por ser un modelo con controles mecánicos).

A largo plazo, las superficies pueden perder brillo o adquirir microarañazos que hacen que se vea opaca.

Los bordes del cristal pueden ser vulnerables a golpes o desgaste más que las zonas centrales.

Si la placa no está perfectamente nivelada, las ollas pueden “tambalearse” o no asentarse bien.

La simultaneidad de uso de 4 fuegos exige buena ventilación; de lo contrario se crean gases o calor excesivo.

El uso de recipientes grandes en zonas adyacentes puede afectar la eficiencia de cada quemador por solapamiento térmico.

El mecanismo de fijación “Fast-Click” para instalación rápida puede no ser tan robusto frente a vibraciones o peso.

La zona auxiliar de 1,00 kW puede quedarse corta para cocciones delicadas si necesitas algo más de ajuste fino.

En algunos casos, el ajuste real del control de llama puede no ser tan “exacto” como se promociona, especialmente en niveles bajos de potencia.

Si el usuario gira la perilla demasiado rápido, podría producir chispas o llamas inesperadas.

Las rejillas curvadas (diseño para deslizar ollas) pueden hacer que algunas ollas pequeñas no queden perfectamente centradas.

En entornos con mucho vapor o humedad (cocinas sin buen extractor), el mecanismo de autoignición podría degradarse más rápido.

Si hay acumulación de grasa debajo del cristal o cerca de los quemadores, la limpieza o reparación puede ser compleja.

La placa puede quedar desfasada tecnológicamente ante nuevos modelos con funciones más avanzadas (inducción, sensores, domótica).

En caso de oscilaciones del gas (picos, bajadas), partes de la placa podrían apagarse momentáneamente.

Si el usuario no calibra correctamente al convertir de gas, podría haber consumos no óptimos o inseguridad.

Al ser de 60 cm, puede que no aproveches todo el ancho si tu cocina es más grande, limitando el espacio para otros electrodomésticos.

La garantía puede no cubrir daños por uso incorrecto o golpes al cristal, dejando grandes costes al usuario.

Al tener prestaciones “avanzadas” (cristal, autoignición, control preciso), cualquier fallo puede hacer que la placa quede menos funcional que una más simple, y puede generar frustraciones al usuario al comparar expectativas con la realidad.