LG OLED88Z39LA OLED 8K Inteligente α9 8K Gen6 Smart TV DVB-T2 (H.265) Negro

Razones, motivos y opiniones negativas para pensárselo... antes de comprarlo en:

1. Tamaño y espacio requerido

Este televisor, con un tamaño de 88 pulgadas, implica exigencias considerables en cuanto al entorno de uso:

• Necesita una distancia de visionado bastante amplia: si el sofá está demasiado cerca de la pantalla, la experiencia puede resultar abrumadora o incómoda para la visión.

• Requiere un espacio físico grande para su montaje y para que “respire” visualmente: suficiente pared o soporte, ventilación, y también que no domine de forma excesiva el ambiente.

• En habitaciones con ventanas, luz ambiente o reflejos, una pantalla tan grande puede capturar mo­chas distracciones visuales (reflejos, deslumbramientos) que no serían tan perceptibles en tamaños menores.

• El peso, transporte, instalación y soporte necesarios para un equipo de este tamaño son también factores que elevan el coste y la logística respecto a una televisión estándar.

En resumen, el tamaño “de lujo” es indiscutible, pero también conlleva que tu sala, disposición y entorno óptimo deban estar a la altura para que realmente puedas sacarle partido.

2. Precio y coste total de propiedad

Como cabría esperar de un equipo de gama ultra-alta, el precio es muy elevado, lo cual genera varias implicaciones:

• El elevado desembolso inicial significa que la amortización de la compra depende de un uso prolongado y de que se aprovechen al máximo todas sus capacidades.

• Dado el coste, se incrementan las expectativas: si luego hay pequeños compromisos (rendimiento medio en ciertas condiciones, compatibilidad limitada de contenido, etc.), son más perceptibles.

• El coste no acaba en el precio del televisor: hay que considerar también inversión en buen sonido, instalación, cableado de alta calidad, posible climatización/ventilación adecuada, e incluso más cuidado del entorno para dar al equipo lo que merece.
  
  Por tanto, aunque el dispositivo puede ser técnicamente extraordinario, la relación coste-beneficio para muchos usuarios puede no estar justificada si el entorno o uso no van a “tirar del carro”.

3. Contenido 8K escaso y relevancia práctica

Probablemente uno de los puntos más relevantes: aunque el dispositivo ofrece resolución 8K, la realidad del mercado es que el contenido nativo en 8K es casi inexistente:

• Al comprar un televisor 8K estás en buena medida “apostando al futuro”: hoy la mayoría del contenido accesible (streaming, televisión, Blu-Ray) es aún 4K o incluso 1080p.

• Aunque el escalado (upscaling) de calidad pueda ser excelente, esta función jamás reemplaza contenido nativo: pueden aparecer artefactos o “menos magia” de la esperada al alimentar el televisor con fuentes inferiores.

• El aprovechamiento real del 8K dependerá de que en tu entorno tengas fuentes compatibles, conexión suficientemente buena, y que realmente seas capaz de ver la diferencia (distancia de visionado, tamaño de pantalla, calidad de ojos, etc.).

• Comprar “8K hoy” puede implicar que durante años no he verás todo el beneficio de lo que estás pagando, lo que reduce la sensación de “inversión inmediata”.

Así que si bien la tecnología es de vanguardia, la utilidad práctica, en el momento de compra, puede estar algo limitada por la falta de adopción generalizada del contenido.

4. Brillo, luz ambiente y condiciones óptimas

Aunque la tecnología OLED de LG es sobresaliente en muchos aspectos, cuando los entornos de uso son exigentes (muchísima luz ambiente, ventanas sin tratamiento, etc.) pueden aparecer algunos inconvenientes:

• Las revisiones de modelos similares señalan que en salas muy iluminadas (o sin control de reflejo) la experiencia visual puede verse perjudicada: los paneles grandes y brillantes también captan más deslumbramientos o reflejos.

• Aunque un panel OLED de esta gama ofrece negros profundos y contraste magnífico, en comparación con los mejores LCD/mini-LED ultra brillantes quizá quede un poco atrás en pico de brillo máximo absoluto, lo que puede notarse en escenas HDR muy luminosas o bajo luz ambiente intensa.

• La óptima experiencia se da en entornos con control de luz, por lo que si tu sala no permite oscurecerla o hay gran incidencia de luz natural directa, el televisor no mostrará todo su potencial.

En definitiva: para “desatar” todo lo que merece este modelo, se necesita una sala que responda al nivel de exigencia que implica.

5. Sonido integrado y exigencias de “home cinema”

En un dispositivo de este calibre visual, también surgen expectativas altas en la parte sonora —y a menudo la televisión estándar no da para “hasta allí” sin ayuda:

• Aunque incorpora un sistema de sonido dedicado, el tamaño de pantalla y la escala de la imagen invitan a que el audio esté a la altura, lo cual puede requerir una barra de sonido premium o un sistema de altavoces externos para completar la experiencia cinematográfica.

• Si se deja únicamente el sonido de la propia televisión, puede resultar “descompensado” respecto a lo inmersivo que propone el panel, especialmente en escenas de acción o de gran escala.

• Por tanto, para sacar todo el partido al equipo se recomienda presupuestar también una buena solución de audio, lo que incrementa aún más el coste total.

6. Vida útil, mantenimiento y expectación tecnológica

• Dado que es un producto de gama ultra alta, cualquier reparación o sustitución de paneles, componentes internos, etc., será costosa y logística más compleja que modelos más comunes.

• Los estándares y tecnologías evolucionan (hazañas de brillo, nuevos formatos HDR, streaming 8K, nuevos puertos) y aunque este modelo está entre lo más avanzado, dentro de unos años aparecerán generaciones mejores —lo que hace que el salto de inversión sea mayor para seguir “lo último”.

• Aunque el riesgo de quemado (burn-in) en OLED modernos es bastante limitado con uso doméstico normal, en pantallas tan grandes y de tanto valor, las precauciones y cuidados se vuelven más relevantes (por ejemplo evitar exposición prolongada a imágenes estáticas, mantener ventilación óptima, etc.).
  
  En resumen, la “inversión” no sólo es económica al principio, sino también en atención, entorno y mantenimiento para conservarlo en condiciones.

Conclusión

El LG OLED88Z39LA es, sin duda, una pieza de tecnología extrema: pantalla gigante de 88″, resolución 8K, panel OLED de alta gama, sistema de procesamiento avanzado. Para quienes tienen la sala adecuada, el presupuesto acertado, y desean “lo mejor de lo mejor”, puede ser una opción espectacular.

Pero no es para todos. Sus puntos negativos son claros:

• Requiere entorno físico y de uso muy específico: espacio suficiente, distancia de visión óptima, control de luz ambiental.

• El coste es muy elevado, lo que hace que la relación coste/beneficio dependa en gran medida de aprovechar al máximo todas sus capacidades.

• La escasez de contenido 8K hace que muchas de las “promesas” queden parcialmente diferidas en el tiempo.

• En condiciones de luz difícil o uso casual, puede que un modelo 4K de gama alta dé mejor relación calidad/precio.

• El audio, la instalación, el cableado y otros aspectos periféricos deben acompañar al nivel del panel para que la experiencia global sea coherente.

• La longevidad, las expectativas tecnológicas futuras y la logística de mantenimiento aumentan la barrera de entrada.

Si después de considerar todo esto sigues pensando que tienes el espacio, el entorno, las fuentes y el dinero para sacar su máximo partido, entonces puede ser una compra excelente. Si no, quizá convenga plantear modelos de menor tamaño/tamaño o esperar a que el mercado 8K se asiente más ampliamente.

Vamos ahora a ver la ficha técnica de este estupend@ TV OLED 88″ – LG OLED88Z39LA OLED 8K Inteligente α9 8K Gen6 Smart TV DVB-T2 (H.265) Negro