Opiniones ASUS ZenBook Pro Duo 15 OLED UX582ZW-H2035W 15.6 UHD 4K Intel® Core™ i7-12700H 16GB RAM 1 TB SSD RTX™ 3070 Ti W11H

El diseño con doble pantalla conlleva compromisos ergonómicos: por ejemplo, el teclado está “bajado” con respecto a la pantalla principal, lo que puede no ser cómodo para uso prolongado.

Si usas el portátil en el regazo (sobre las piernas), puede no ser cómodo debido a la inclinación del teclado / disposición del chasis.

El peso es mayor que el de un portátil “clásico” de 15,6″, lo que penaliza la portabilidad.

El grosor en ciertas zonas para alojar las pantallas y el mecanismo de inclinación puede ser notable en comparación con portátiles planos tradicionales.

La duración de la batería puede ser bastante menor al usar las dos pantallas, o al usar la GPU/CPU al máximo.

La carga puede tardar bastante si el adaptador no es muy potente, especialmente con carga simultánea de GPU, CPU y pantallas.

En escenarios intensos, el sistema puede hacer throttling térmico para mantener temperaturas seguras, reduciendo el rendimiento sostenido.

Los ventiladores pueden volverse ruidosos cuando el sistema se exige (render, juegos, tareas gráficas).

La carcasa, especialmente en los reposamanos o alrededor de la pantalla secundaria, puede calentarse con carga elevada.

Las bisagras de la pantalla secundaria podrían perder firmeza con el tiempo debido al uso constante del “ScreenPad Plus” (o mecanismo similar).

El ángulo de apertura de la pantalla principal / secundaria puede ser limitado comparado con diseños que permiten 180 °.

Al tener dos pantallas, hay más posibilidades de fallos de paneles, defectos de iluminación, brillo desigual o zonas con variación de color.

La uniformidad de brillo en OLED puede tener ligeras variaciones hacia los bordes en ciertos niveles de brillo.

En niveles bajos de brillo, existe el riesgo de que el panel utilice PWM (parpadeo) para ajustar iluminación, lo que puede causar molestia ocular en usuarios sensibles.

El riesgo de burn-in (quemado de píxeles) es mayor en pantallas OLED si se muestran elementos estáticos por largos periodos (barra de tareas, menús, etc.).

Al usar tanto la CPU como la GPU al máximo, la duración de la batería puede caer drásticamente.

El soporte del software para la pantalla secundaria puede no estar perfectamente pulido: algunas apps pueden comportarse erráticamente, ventanas pueden moverse mal entre pantallas.

Al suspender el equipo o bloquear la pantalla, el sistema puede “desconectar” la pantalla secundaria, provocando que los contenidos abiertos se reorganicen o moverse a la pantalla principal.

La cantidad de puertos puede no ser abundante: podría faltar puertos “legacy” (por ejemplo lector de tarjetas) en favor de un diseño más moderno.

Algunos puertos USB-C / Thunderbolt pueden estar conectados al iGPU en lugar de a la GPU, lo que limita su rendimiento en uso de pantallas externas exigentes.

El SSD puede estar limitado por su controladora o por la disipación térmica interna en escenarios de escritura sostenida.

Los conectores internos son más complejos: al abrir el equipo para reparaciones o limpieza, puedes requerir cuidado extra para no dañar la pantalla secundaria o cables flex.

El costo de reparación o sustitución de la pantalla OLED principal o la pantalla secundaria puede ser elevado.

Los materiales plásticos o partes del chasis pueden rayarse o marcarse con el uso intensivo, especialmente en zonas expuestas como bisagras o bordes.

La distribución del teclado queda desplazada (más hacia abajo) para dejar espacio para la pantalla secundaria, lo que puede resultar incómodo para algunos usuarios.

El touchpad puede tener un tamaño reducido o estar desplazado para acomodar el diseño dual-pantalla.

El lapiz o stylus (si viene incluido) puede tener una vida útil limitada, o que la sensibilidad o respuesta no sea perfecta.

En juegos exigentes con resolución 4K, la carga de trabajo para la GPU es muy alta, lo que puede implicar que no siempre alcance los FPS esperados con calidad al máximo.

Si no usas la pantalla secundaria, estás cargando con “peso muerto” (hardware sin uso) que aún consume algo de energía/espacio.

El software de gestión de “ScreenPad / Panel secundario” puede tener bugs, fallos de compatibilidad con actualizaciones de Windows o con ciertas aplicaciones.

Si el sistema no está bien optimizado, puede haber “tira y afloja” en el rendimiento entre CPU y GPU, con saltos o latencias.

Si una pantalla (la secundaria) deja de funcionar, el portátil pierde parte de su valor diferencial.

En escenarios de edición visual con calibración, la pantalla secundaria podría tener una discrepancia de color respecto a la principal.

En ambientes muy oscuros, el resplandor de la pantalla secundaria puede distraer la vista si está activa o ilumina la zona inferior.

Si bloqueas el portátil con ventanas abiertas en la pantalla secundaria, al desbloquear puede “reorganizar” ventanas de forma incómoda.

Las juntas o mecanismos que soportan la elevación de la segunda pantalla pueden desgastarse con el tiempo.

El uso intensivo de GPU + CPU + dos pantallas puede aumentar el consumo de energía y generar resistencia térmica interna.

Las jornadas largas con el equipo exigido pueden acelerar el desgaste de la batería y de componentes internos por calor.

La relación precio / prestaciones puede no ser óptima frente a portátiles con hardware similar sin doble pantalla (que ofrecen mejor rendimiento puro por el precio).

Puede haber incompatibilidades de drivers o lentitud para adaptarse a nuevas versiones de Windows, especialmente en el módulo de pantalla secundaria.

La segunda pantalla puede interferir con el flujo visual habitual de algunas aplicaciones no adaptadas: algunas apps pueden no verse bien desde esa pantalla secundaria.

Si estás fuera del escritorio (movilidad), la pantalla secundaria tiene utilidad limitada, lo que resta el valor añadido cuando no estás en un entorno fijo.

El peso adicional del mecanismo interno y bisagra puede penalizar aún más cuando transportas el equipo con otros accesorios.

Si usas periféricos como monitores externos, puede haber limitaciones en salida de vídeo desde algunos puertos dependiendo de qué GPU estén conectados.

En situaciones de alta demanda, la GPU puede verse limitada por el calor o por la fuente de alimentación en momentos pico.

La pantalla OLED puede requerir calibraciones periódicas para mantener precisión de color a lo largo del tiempo.

La experiencia de multitarea puede tener micro-tiempos de latencia si el sistema gestiona mal el cambio de tareas entre pantallas.

Algunas funciones “premium” del equipo pueden requerir que uses software complementario de ASUS (ScreenXpert u otros) que puede tener bugs o limitaciones.

Si tienes ventanas abiertas en ambas pantallas grandes, podrías encontrar puntos ciegos o zonas donde el cursor “se pierde” entre pantallas.

Las especificaciones máximas anunciadas (rendimiento, temperaturas, duración de batería) pueden no cumplirse en escenarios reales prolongados debido a limitaciones térmicas, ajustes de firmware o diseño de disipación.