Samsung TQ75QN900DTXXC UHD 8K Procesador NQ8 AI Gen3 Smart TV DVB-T2 (H.265) Graphite Black

Razones, motivos y opiniones negativas para pensárselo... antes de comprarlo en:

1. Precio elevado y coste total relevante

Este modelo pertenece a la gama más alta de televisores: una diagonal de 75 pulgadas, resolución 8K, procesador de última generación, y tecnología Neo QLED de primera. Sin embargo, ese nivel premium lleva consigo varios “pero” importantes:

• El desembolso inicial es muy elevado. Esto genera expectativas altas y, al mismo tiempo, implica que cualquier pequeño inconveniente se perciba como mayor.

• Además del precio del panel en sí, para aprovecharlo realmente al máximo hay que plantearse otros gastos asociados: montaje/soporte profesional, buena instalación eléctrica, cableado de alta gama (HDMI 2.1, etc.), posiblemente un sistema de audio externo para estar a la altura de la pantalla. Si no contemplas estos costes, la experiencia puede quedarse “a medias”.

• Si tu entorno (salón, fuente de contenido, distancia de visión, iluminación) no está al nivel de lo que exige el televisor, la relación coste–beneficio puede no compensar tanto. En otras palabras: podrías pagar mucho por prestaciones que no alcanzarás a exprimir al completo.

2. Contenido 8K aún muy limitado

Una de las grandes ventajas teóricas de este televisor es su resolución 8K. Pero en la práctica, este es uno de los puntos más relevantes a considerar como negativo:

• A día de hoy, el contenido nativo en 8K es muy escaso. Esto significa que la mayoría del uso se hará con contenido 4K, Full HD o incluso de menor calidad, lo que implica dependencia del “upscaling” del televisor.

• Cuando la fuente no es óptima, el salto visual real frente a un modelo muy superior 4K puede no ser tan dramático como el precio sugiere. Esto implica que gran parte de la inversión puede ir destinada a un “porvenir” más que al día a día.

• Al depender del escalado, en algunos casos podrían aparecer artefactos, suavizado, o simplemente falta de nitidez adicional frente a una pantalla 4K de alto nivel en un uso doméstico estándar.

Por tanto, si tu contenido habitual no es 8K o no tienes intención de cambiar en breve tus fuentes/servicios, este es un compromiso a aceptar.

3. Condiciones de sala, distancia de visión e instalación exigentes

Para sacar verdadero provecho a un modelo de 75″ 8K, el entorno debe estar bien preparado —y ahí llegan varios puntos “en contra”:

• Una pantalla de 75 pulgadas necesita una distancia mínima de visión relativamente amplia para que la resolución 8K tenga sentido y no se encuentre demasiado cerca o demasiado lejos para aprovechar el detalle. Si tu sofá o disposición es estándar, puede que la experiencia no sea la óptima.

• Si el salón tiene grandes ventanales sin control de luz o muchas fuentes de iluminación directa, la pantalla exigente puede “mostrar” más los reflejos o pérdidas de contraste. En ambientes muy iluminados, las pantallas ultra premium requieren mayor control de luz ambiental.

• El peso, soporte de pared, ventilación y ventilación alrededor del televisor deben ser adecuados. Un montaje poco cuidado puede comprometer la durabilidad o la calidad percibida.

• Si la sala no está pensada para este tipo de instalación, el “efecto cine” puede venir acompañado de molestias (por ejemplo ver el televisor desde ángulos laterales, lo cual puede afectar la calidad de imagen).

En resumen: se trata de una compra que exige un entorno “a la altura”.

4. Tecnología avanzada, sí — pero con ciertas evidencias de compromiso

Aunque la tecnología es de alta gama (Neo QLED, mini-LED, procesador NQ8 AI Gen3, etc.), los análisis de modelos similares muestran algunos “peros” que podrían aplicarse también a este caso:

• En revisiones de modelos 8K de Samsung se menciona que el ángulo de visión queda “solo aceptable” en comparación con pantallas que usan otras tecnologías. Esto significa que si la sala cuenta con varios asientos muy dispersos, la experiencia puede degradarse.

• Incluso con local dimming muy avanzado, en escenas casi uniformes de color o con grandes superficies sombreadas se pueden notar ligeras variaciones de brillo o “efecto suciedad” en paneles muy grandes.

• En ciertos modos (como el modo Juego) o con contenido de muy alta exigencia, algunos de estos televisores “pierden” algo de brillo o tienen transiciones de píxel menos rápidas que monitores especializados. Esto puede importar para los usuarios más intensivos de videojuegos o cine exigente.

• En uno de los análisis de su predecesor se señalaba la ausencia de formatos de vídeo más avanzados o de ciertos códecs de última generación, lo que puede limitar la “permanencia” futura del equipo.

Por tanto: aunque el televisor es sobresaliente, no es perfecto y sus “límites” están en los detalles más exigentes.

5. Sonido, experiencia completa y expectativas descompensadas

Una pantalla de este calibre “invita” a una experiencia de cine en casa total. Pese a ello, el apartado de audio suele quedar como el “débil” si no se trata debidamente, lo que constituye otro punto negativo:

• Aunque el sonido integrado del televisor seguramente será de muy buena calidad, para una pantalla de 75″ en un salón amplio, puede que necesites una barra de sonido o sistema de audio externo para que la inmersión esté a la altura. Si no, la experiencia puede parecer “gran imagen” pero sonido estándar.

• Muchas veces el usuario no contempla este coste adicional o la configuración del sonido adecuado, lo que produce una sensación de desequilibrio entre lo que ve y lo que escucha.

• Si la acústica del salón no es buena, o no hay sistema de altavoces distribuidos, puede perderse parte del “impacto” al que el panel invita.

Así que este es un “pero” práctico: la pantalla exige acompañamiento.

Conclusión

El Samsung TQ75QN900DTXXC es un televisor de nivel top: resolución 8K, gran tamaño (75″), procesador de última generación, panel Neo QLED de gama alta. Si tienes un salón adecuado, fuentes de contenido de alta calidad, instalacion preparada y estás dispuesto al coste global, puede ofrecer una experiencia espectacular.

Pero no es para todos. Sus puntos negativos —o mejor dicho, los compromisos que exige y los escenarios en los que podría no rendir plenamente— son importantes:

• Alto precio y coste total de inversión elevado.

• Contenido 8K aún muy limitado, lo que reduce la diferencia en la práctica frente a equipos 4K de alto nivel.

• Requisitos de sala, distancia, iluminación y instalación que pueden convertirse en barrera.

• Algunos detalles técnicos como ángulo de visión, uniforme de panel y respuesta para juego pueden no ser perfectos, aunque muy buenos.

• Necesidad de complementar con buen sistema de audio para que la experiencia complete esté a la altura del panel.

Si tras considerar todo esto sigues pensando que puedes cumplir esos requisitos, es una opción de primer nivel. Si no, quizá un televisor de gama alta 4K con prestaciones similares —pero coste y exigencia inferior— pueda ser más equilibrado.

Vamos ahora a ver la ficha técnica de este estupend@ TV Neo QLED 75″ – Samsung TQ75QN900DTXXC UHD 8K Procesador NQ8 AI Gen3 Smart TV DVB-T2 (H.265) Graphite Black