Teka WMK 40740 7 kg 1200 rpm 15 programas Motor inverter Electrónica con display digital Blanco

Capacidad de 7 kg puede quedarse corta para familias numerosas o lavar edredones, mantas voluminosas, etc.

Velocidad máxima de centrifugado limitada (1.200 rpm) frente a otros modelos que alcanzan 1.400 rpm, lo que puede dejar la ropa más húmeda al final del ciclo.

Programas limitados (15) comparado con modelos más avanzados que ofrecen 20–30 programas especializados.

Ausencia de conectividad Wi-Fi / funciones “smart” (control remoto, diagnóstico por app) — no es una lavadora “inteligente”.

Interfaz digital básica: puede tener pocas opciones de personalización de ciclos.

El display digital puede ser difícil de ver desde ciertos ángulos o con luz fuerte.

El motor inverter, aunque más silencioso, puede tener costos de reparación más altos si falla.

Al tratarse de electrónica más avanzada, hay más componentes susceptibles a fallos que en modelos “analógicos” simples.

No tiene autodosificación de detergente — debe medirse manualmente.

Los ciclos “rápidos” pueden no ser suficientes para ropa muy sucia o con manchas difíciles.

Si usas frecuentemente programas rápidos, puede que el lavado no quede tan profundo.

En programas con vapor (Steam) se incrementa el consumo eléctrico.

Requiere un buen suministro de agua para aprovechar sus funciones; si la presión es baja, el rendimiento se puede ver afectado.

La puerta frontal (ojo de buey) y sello pueden deteriorarse o acumular suciedad con el tiempo, causando filtraciones u olores.

El tambor de acero inoxidable y las palas podrían generar desgaste en prendas con cremalleras o botones si la carga no se distribuye bien.

Si no se equilibra bien la lavadora, pueden generarse vibraciones durante el centrifugado.

El ruido en centrifugado puede ser perceptible en viviendas con poca insonorización.

Si la lavadora no está perfectamente nivelada, podría “caminar” o moverse con el tiempo debido a vibraciones.

La profundidad del aparato (≈ 465 mm) puede ser un inconveniente en espacios estrechos.

El peso del equipo (≈ 55 kg) lo hace difícil de mover, instalar o reubicar.

No tiene funciones muy especializadas para ropa muy delicada o tejidos técnicos extremos.

Los ciclos “eco” pueden alargarse considerablemente para ahorrar energía.

Si la lavadora está en un ambiente con fluctuaciones de voltaje o cortes frecuentes, la electrónica puede verse afectada.

En zonas con agua dura, puede requerir mantenimiento adicional para evitar depósitos en componentes de vapor o válvulas.

Si el fabricante deja de dar soporte para este modelo, los repuestos electrónicos pueden volverse difíciles de conseguir.

La garantía puede cubrir el motor, pero no otros componentes como sensores, display u otras partes electrónicas.

Si la programación diferida se usa frecuentemente, puede alterar la duración efectiva del ciclo según horarios de agua caliente / presión.

Si hay un fallo de software interno, puede requerirse intervención especializada para resetear la placa.

Si el tambor o los componentes internos se desgastan con el tiempo, la eficiencia del lavado puede disminuir (más consumo, menor limpieza).

El indicador de “tiempo restante” puede no ser preciso si durante el ciclo se adaptan variables automáticamente.

Si el filtro o drenaje se atascan (pelusas, objetos pequeños), pueden producirse errores o fallos en el ciclo de desagüe.

El cajetín de detergente puede acumular residuos si no se limpia habitualmente.

Las juntas y gomas de la puerta pueden deteriorarse con el uso o resecarse si la lavadora permanece cerrada tras los ciclos.

En entornos húmedos o poco ventilados, la lavadora puede generar condensación residual en su entorno inmediato.

Si no se ventila bien la zona de instalación, el calor residual del motor / sistema puede afectar muebles cercanos.

Si usas detergentes agresivos o aditivos muy químicos, algunas partes plásticas pueden deteriorarse más rápido.

Si la lavadora se deja sin uso durante mucho tiempo, los componentes mecánicos pueden “frenarse” o resecarse.

Dependiendo de la frecuencia de uso y carga, los rodamientos, ejes y sistema de giro pueden acabar desgastándose.

El aparato no integra sistema de auto-limpieza avanzado: debes realizar mantenimiento manual (limpieza de tambor).

Si la lavadora está en zonas con mucho polvo o pelusas (por ejemplo, cerca de salas secas), esos residuos pueden entrar y afectar mecanismos.

Si el uso es intensivo diario con cargas al límite, la vida útil de los componentes puede reducirse.

Las funciones “extra” (como prelavado, extra aclarado) pueden aumentar la duración y el consumo del ciclo notablemente.

Si el fabricante implementa actualizaciones de firmware, podrían introducir fallos nuevos o conflictos no previstos (aunque este modelo básico puede no tener actualización).

Si no estás familiarizado con las funciones, podrías escoger un programa inapropiado y dañar la ropa.

En la versión “blanca”, las zonas claras pueden ensuciarse o amarillearse con el tiempo si no se limpian bien.

Al ser un modelo “libre instalación”, no está diseñado para integrarse perfectamente en muebles encastrados sin ajustes extra.

La distribución de carga desigual (por ejemplo, pocas prendas) puede generar un lavado menos efectivo o más consumo.

El uso constante de ciclos con vapor podría generar condensación o desgaste extra en juntas que no están diseñadas para uso intenso de vapor.

Si la instalación de desagüe o entrada de agua no es óptima (mangueras largas, curvas), puede afectar el rendimiento del llenado o vaciado.

En comparación con lavadoras de gama más alta, le faltan características premium como dosificación automática, conectividad remota, sensores ultra precisos, programas ultrarrápidos avanzados o mantenimiento predictivo.